por José Luis Tapia Rocha, economista, Director Fundador de ILE y Catedrático de Economía Política
El Congreso y el MEF acaban de aprobar una medida popular pero profundamente irresponsable: reducir el IGV para aumentar el Foncomun y transferir más dinero a las municipalidades. A simple vista suena bien: más fondos para obras locales. Pero en la práctica es otro gran error de fondo. Hoy existen casi 1.900 obras paralizadas en manos de municipios, con una inversión comprometida de casi S/10 mil millones. ¿Y quieren premiarlos con más dinero? Es como darle más gasolina a un bus sin frenos.
Municipalidades
La raíz del problema no está en la cantidad de dinero, sino en la estructura institucional. Las municipalidades, sobre todo las más pequeñas y alejadas, no tienen capacidad técnica ni operativa. Las leyes malas se la impide. Muchas no cobran el predial, no tienen expedientes técnicos adecuados ni personal calificado. Y mientras más plata reciben, más se multiplican las oportunidades para la corrupción y el clientelismo.
Lo que el Perú necesita no es más descentralización mal hecha, sino reformas estructurales de fondo. Primero deben aplicarse las Cinco Reformas Liberales una vez que se hayan eliminado las leyes malas:
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Reforma Política, para tener autoridades honestas, un gobierno que deje trabajar e invertir, con seguridad y justicia de calidad para que los municipios funcionen adecuadamente con sus obras públicas.
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Reforma Económica, que libere mercados y privatice funciones impropias del estado para aumentar los ingresos de todos los peruanos.
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Reforma Educativa, que desregule, privatice y abran todos los mercados con becas 100% a los más pobres del pais, para alcanzar la máxima calidad educativa.
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Reforma Salud, que desregula, privatice y abran todos los mercados con cheques para los más pobres del pais y logremos una alta calidad en la atención médica.
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Reforma de Pensiones, que desregule, privatice y abran todos los mercados para que las pensiones alcancen para la vejez y con pensión 65 para los adultos mayores totalmente abandonados.
Federalismo
Solo después de estas reformas se puede hablar de un verdadero federalismo o descentralización eficiente, con municipios fortalecidos, profesionalizados y fiscalizados. Sin eso, el Foncomun seguirá siendo una máquina de derroche.
El Perú no necesita más dinero mal gastado, necesita más libertad, más competencia y mejores reglas de juego. Reformar primero, descentralizar después. Esa es la ruta responsable del verdadero desarrollo.